Tú, lejos

jardines-eliseos-mitologia-griega-dioses-2La complicidad,

el no ser mía, sino ser de ambos,

y de nadie,

probar el elixir que mi Ares interior reclama,

aquella ambrosía de los que hace milenios

las deidades se deleitaron en la cima del Ida.

Y terrenal forma, de forma humana,

Ares y Afrodita vuelven a ocultarse
en los jardines comparable a los Elíseos,
vuelven a sentir el calor de uno a otro,
vuelven a sentir el amor,
vuelven a sentir, la pasión.

Coloquios mágicos sobre hadas e idilios

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– Y heme aquí, una ciudad encantada, llena de misterio, construida por aquel mito del reyes de las Hadas.

*-Lord mío, disculpe, vuestra alteza, esto pareciera un canto de aquel antiguo monarca de Britania.

– Congruentemente, lo es, camarada.

*- Siendo así, no sobra más qué decir y continuemos. Hemos escuchado, señor, que estas reinas no son reinas, sino habitantes del reino de las hadas, que dominan a los hombres con belleza inusitada y lisonja en las palabras. Hechiceria pura, provenientes de antigua morada.

-Parece que nada de nuestro hogar les es suficiente. Ahora comprendemos más a aquel caballero que traicionó a su rey y confidente. Y a ella, a la hada blanca, que como las de su especie, no se conforman con nada.

*- Que los sacros espíritus nos salven entonces en su santa gloria.

-Que así se plazcan, vasallo, las moiras.

 

Por ML

El sabio arcaico pueblo

junoY después de salir de la cueva, nos encontramos a aquel pueblo vetusto y tan moderno a la vez. Qué extraños eran. Fueron evolucionando hasta llegar a lo que nosotros somos; un pueblo en transición, ofuscado por la confusión, por el progreso sin dirección, por lo banal y el falso éter. Nos contaban estos pobladores sobre las deidades, sobre unas misteriosas féminas que tejen el destino incluso de su máximo redentor. Escuchábamos con calma, ante la brisa del titán azulado. En nuestros días las reflexiones viriles cada vez son menos. La lucha contra los engaños y las tretas de Juno aún siguen.  Inmunes a su belleza y lo perversa, aún no se consigue.

-Por MLF

Batallas sin gloria

220px-Georges-Antoine_Rochegrosse_Incendie_de_Persepolis_1890Dudas, traiciones, engaños, atropellos. Cuánto se puede sentir en un solo halo de tiempo con una persona; divinidad, pasión, lascivia… ¿qué fue lo real? ¿ Nos hacen daño? ¿no dejan que el recuerdo se borre de nuestra mente? Afrontarlo, tomar las armas, adentrarse al mar y pelear contra ello si aún persiste, si aún está esa bestia merodeando nuestras naves, nuestra paz, nuestra felicidad, es lo que he aprendido a hacer en estos casos. Fue dios de la luz, de lo etéreo y del mismo rayo. La gran debilidad de nuestro olímpico: los efectos de la belleza divina y terrenal, los culpables de su desasosiego. Ante él, ante el todopoderoso nos encomendamos y sin embargo, él no puede contra este enemigo ¿qué alivio queda para los mortales? La cicuta lentamente atraviesa nuestra garganta, poco a poco sentimos la falta de aire, de respirar como en las doradas epopeyas. Imperativo es entonces encontrar nuevo númenes, pero no son fáciles de hallar. Inspiraciones de la misericordia y el perdón, difíciles en una tierra no sacra y poco iluminada. Empresa dificultosa ante varios años de batallas intensas, pero de una sola guerra. Recoger las cenizas de esas afrentas posterior a miles de amaneceres, limpiar todo y dejar este viaje atrás, posible; realizarlo en pocas semanas, inverosímil. Vemos la ciudad destruida, paciencia y compasión (auto) para construirla de nuevo. Escuchad bien: paciencia, viajero; perseverancia, guerrero.

Por MLF

De aquellas virtudes

20180221-carolina396-id143612-pexels-photo-443446Ciertas virtudes de las que no hablaba Platón ni Sócrates, pero son tan importantes que no percatamos a cada alba, aquella que ilumina a nuestro derredor con su faz dorada. Valoramos poco esas nimiedades que son tan valiosas, esos pequeños que son gigantes, tal cual, como dar un paso, ver el infinito océano, sentirte a mi lado. Valorar a cada Helios y a cada Selene, agradecer siempre, perdonar, mantener nuestra alma lejos del mal… dar y amar, mientras añoro hacia el oeste.

Por MLF

Paso a paso

paso-a-pasoLlega a suceder. A veces el sentir es de sufrimiento, a veces de odio, decepción y en ocasiones, nostalgia. ¿qué es tocar el Olimpo? para muchos, tener un vida como el gran Heracles, ser conocido por toda Tebas, féminas y que se hagan cantos sobre ti. Para otros, simplemente el disfrutar de un árbol, De Eos, la de ese peplo suave dorado, en ocasiones rosado; de Selene en todo su esplendor. Para otros, el sabor de la tierna flecha de ese dios, a un lado de alguna ninfa de tez tersa, lo es casi todo. Pero son ellas mismas las que hicieron caer en muerte a Heracles, aquellas que nos dan alegrías, tristezas y recuerdos. Recuerdos etéreos y notas que se visualizan aún en mis papiros, promesas hermosas y sentimientos vacíos. Coraje que se vuelve nostalgia, nostalgia que se vuelve tristeza, tristeza que se vuelve coraje… y así. Seguir la filosofía de Zenón de Citio, debemos. El ayer es solo un Liceo, el hoy es lo que tenemos.

Por M.L.F

El vaivén de Chronos

Palemn_2El vaivén de estos tiempos. En otras épocas nadie se preocupaba por ser moderno como ocurre hoy en día. Las nuevas armas, los relatos infundidos y las mismas voces con las mismas palabras que resuenan a diario en nuestro ser. Claro que hay que ser estoico para vivir en ello, para vivir con emoción, para vivir con pasión. Recordar el pasado, malo; adivinar el futuro, agravio imaginario. Regresar a lo etéreo siendo mundano, es la salvación de nuestro calvario.

-Por M.L.F

Lisonjeros alientos

Guerras-MedicasTenemos miedo, pero vamos firmes, marchando, todos juntos. La guerra está cerca. Barcos van, barcos vienen. Líderes nuevos nacen. Todo parece lo mismo. Cada uno quiere que luchemos por sus respectivos pueblos, sin querer ofrecer nada real a cambio. Nos expresan solo lisonjeros alientos y promisiones de falaz gloria olímpica. Cuando joven todo ello era esperanza, era dibujar una sonrisa al visualizar un mágico porvenir. Pasan los años, he visto decenas de barcos llenos de está falsa y ruin esperanza. Empiezo a caer en aquel mito sin salida y el dolor, por extraño que parezca, no es menor. El oprobio y la desilusión aumenta con cada barco nuevo que arriba ante el peplo dorado de aquella hermosa diosa del este. Probablemente, debo de retirarme temporalmente de los campos de batallas. Resignarme ante el injusto infortunio que cae sobre mí, sobre mi alma.

-Por M.L.F

Eros, el misterio

SuspiroLa flecha de Eros, la que llega a la profunda ánima, la que produce el más sincero numen de los mortales; parece que va perdiendo efectividad, brillo, puntería. Así como a Filoctetes lo abandonaron en aquella oprobiosa isla sus más lisonjeros compañeros y después lo buscaron solo por su arco, así los terrenales desearon deshacerse del dios alado y ahora lo anhelan por conveniencia. Tal y como al arquero héroe de la guerra de Troya, la deidad ha perdido ya un poco su grandioso tino. ¿Serán estos tiempos modernos? ¿Serán los cambios que han transmutado a la madre Gea? ¿El oro? ¿Las tragedias? ¿El dejo de la simplicidad de lo etéreo? ¿Los falsos dioses de la felicidad como el acumular cada vez más y más? ¿El exceso de dioses y no dioses?
¿Por qué cada vez es más difícil encontrar al verdadero Eros y o a sus farsantes? ¿Por qué su sacra flecha no perdura ya en el aliento? Todo eso me lo preguntaba mi compañero, mientras yo remaba hacia  más allá del puerto.
Por MLF

Un suspiro

descargaLa vida puede ser casi una eternidad, o un suspiro, que en breve termina con tu ánima y oscurece la negra Ker en tu mirada. Negra para este mundo empero una infinita luz para el amor y las personas que realmente te amaron. La fragilidad de ese suspiro y disfrutar cada uno de ellos con todo nuestro ser. Duele perder a alguien así, pero la acción de recordar es para que no fenezca el alma. Agradecer todos esos momentos, buenos o malos, de aquellos mortales cercanos que recorren con nosotros los giros de este orbe. Glorificar todo, agradecimiento, memorias, recuerdos, risas y llantos. Sobran y faltan las palabras, orales o escritas. Y a veces, muchas o todas las veces solo es eso… un suspiro, un suspiro que valga la pena. Lo valió. Lo valoramos.